Cuando nos ponemos a reflexionar sobre nuestra vida lo primero con lo que nos topamos es que somos un YO, una persona que se encuentra en el mundo y que nuestra vida consiste en interactuar con todas las cosas y personas que podemos hallar en él. La esencia del hombre es el resultado del conjunto de relaciones sociales concretas que se han mantenido a lo largo de la vida.
martes, 5 de octubre de 2010
"CONVIVENCIA EN EL MATRIMONIO"
Una pareja, antes de casarse o de irse a vivir juntos y formar una familia, ha tenido una previa etapa de conocimiento personal. Lo normal es que haya comenzado con un primer encuentro, siga con un periodo de conocerse más a fondo (lo que comunmente llamaríamos noviazgo) y luego decidan formalizar un matrimonio o una unión de hecho. Es decir, hay un proceso con diferentes etapas que mejor será no saltarlas ni quemarlas porque si no, probablemente, terminemos quemándonos como pareja. ¿Y cuánto tiempo es el adecuado en cada etapa para esa pareja que quiere comprometerse? Puede ser breve o puede ser largo, eso no importa, porque lo importante es que se conozcan los dos. Lo que sucede es que muchas veces las parejas no se conocen (y podrían llevar noviazgos de muchos años) porque son, en el fondo, “dos conocidos muy desconocidos”, no hablan entre sí, o hablan mucho pero sin comunicarse ni escucharse, no dialogan de aspectos personales importantes; se miran, pero no se observan a fondo para descubrirse defectos o virtudes, no planifican un futuro ni se cuentan qué es lo que cada uno desea y, sin embargo, se casan o conviven pretendiendo “embarcarse juntos” en un proyecto de vida común a largo plazo.
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